domingo, 1 de marzo de 2009

No sé en qué momento todo se transformó en una especie de odio.

Odiaba tu poca pulcritud, tu excasa pulcritud (porque yo soy muy preocupada, verás); odiaba tu poca sensibilidad por el arte y tu mal gusto; odiaba tu cabello asqueroso y tan poco original; odiaba tu despreocupación por ti mismo; odiaba tus horribles zapatillas y tus 2 poleras (porque la 3ra te la compré yo); odiaba tu poca habilidad social, tu excasa habilidad social; odiaba que pensaras que soy más orgulloso de lo que realmente soy, si en verdad, yo tenía la razón en muchos casos (y aceptaría lo contario si lo fuese!); odiaba que no me besaras al hacer "el amor"; odiaba tu poca originalidad y tu influenciable mente, tu asquerosa mente infantil; odiaba que me mintieras por mentirte a ti mismo; odiaba que dijeras que estás solo, cuando yo estaba contigo; odiaba que creyeras que soy alguien que, realmente, no soy; odiaba el hecho de que eras un mounstruo de costumbres; odiaba tu poco interés por la vida y los pocos temas que tenías para hablar; odiaba tu poca motivación de lo nuevo, de la intriga; odiaba que odiaras mis cambios de humor, ¡Si eran para la risa!; odiaba que me tiraras para abajo cuando necesitaba apoyo; odiaba tu mal sentido del humor; odiaba que nunca te dieras cuenta de que fui infiel; odiaba tu obsesión por mi; odiaba que nunca hicieras algo por ti; odiaba que nunca me dieras sorpresas; odiaba tu falta de personalidad; odiaba ver como dejabas que me fuera; odiaba ver como te quedabas atrás; odiaba ver como no madurabas; odiaba no poder tener una conversación seria e interesante contigo; odiaba... Bueno terminé odiando todo de ti, ¿Ya?
¡ Quizás y qué es el amor !
(Realmente odio ver tu cara)

No hay comentarios: