sábado, 28 de marzo de 2009

En un suspiro desesperado, puedo gritar y pensar que me vas a oir. Ya mis ojos no pueden ver mucho más allá, sin embargo, sigo observando el horizonte por si alguna vez veo aquella sombra que tanta veces vi venir. Se me va acabando el aliento y el aire deja de existir. Poco a poco la luz en aquel lugar se va apagando, se va desvaneciendo... Como si realmente todo fuese a dejar de existir.

No hay comentarios: