jueves, 1 de enero de 2009

No hay auto-estima en un poema de segunda categoría. Algo de lectura profunda.

No me considero una persona que pueda abrirte las alas para volar, aunque sé que lo hago. "Hay que vivir un poco". Sé que un lado de mi dice que no vale la pena morir por mi llorar por mi, pensarme respirarme. Me dice me susurra me grita que me detenga, que me aleje, que te deje ir, que los deje ir a todos. No valgo la pena. Al fin y al cabo hay gente mejor. Soy superable. Todos lo somos. Pero yo lo soy. Un vaso de licor un poco de alcohol. Un grito en una noche, un beso que no se dió. Anhelaba estar entre tus brazos de verdad lo quería. Los franceses están dispuestos a morir por amor. Por mi, no no vale la pena. Otra voz me dice algo. La escucho. Me dice queno te pierda. Que te busque que corra. Que vaya y me cobije entre tus brazos eso es lo que siento. Que soy un ave que no quiere volar sola que quiere alas que la cubran. No puedo hacerlo así, ¡Nopuede ser ! De eso no se trata la vida es de emprender el vuelo. Una hermosura de piel blanca, un cuerpo que quiere ser acariciado. Unos labios que buscan roce. Nada más. Ese anhelo de un calor cercano de compañía. El miedo a la soledad. Cierra la puerta dejemos que fluya. Siempre hay que dejar que fluya. No te vayas no sueltes mi mano, que si se apaga la luz, quiero que veas por mi.

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