lunes, 5 de abril de 2010

Día 4: Paz.

Hoy solo vengo a recalcar algo que, de alguna forma, no sabría como enseñarlo. Hay muchas religiones y formas de vida que hablan de ello: De la paz interior. Yo intenté seguir, a manera (debo recalcar eso), las doctrinas del budhismo. Desligarse de todo. Y así lo hice. Me desligué de lo material (creo que solo me dolería la pérdida de mi bajo, porque me costó mucho conseguirlo!), me desligué de las preocupaciones, del destino (quien ya no escribe para mi), de... Todo. Me desligué. Olvidé todas esas preocupaciones banales, y ahora solo me preocupo de sentirme bien. De pensar. De crecer como persona, de crecer en lo que amo realmente, de no dejar de hacer cosas por tonterías. De disfrutar cada momento, aun si eso incluye drogas; amar todo momento, todo segundo, a toda persona. Todos son uno y yo también. Y todos son yo, y los amo igual que a mi. Las cosas materiales no me preocupan porque no depende mi vida de ellas, porque no son necesarias para mi felicidad. Amo la vida, amo a los animales porque ellos viven igual que yo. No como carne porque no puedo, no puedo saber que me alimento de algo que tuvo vida como ellos, que miró con ojos como los de ellos. Me desligué, sin embargo... Aun sigo acá. Aun sigo arrendada al sistema, y aun vivo como todos los demás.
Me desligué de todo... Menos del amor.
Porque no se puede, ¡No se puede!

1 comentario:

maghaCitripia dijo...

es imposible estar liberados totalmente de las cosas materiales,ya que estamos atrapados en un cuerpo hecho de materia, pero mientras mas nos desapeguemos de las cosas innecesarias , mas felices nos sentiremos, que lindo que te des cuenta de esas cosas y trates de vivir tu vidaa, en cosas ke realemente valen la pena!<3 te adoro Milacia