lunes, 19 de octubre de 2009

(Yo) Él

Él gusta de quedarse quieto en aquel lugar liso, planicie, esperando entre sábanas, cobijas, abrigas lo que dices, palabras que se escuchan muertas en un sin sonido retumbante en los oídos, tal vez volverás en algún momento, retornando, como aves que no emigran más como nubes que no vuelan más entre los cielos, allí, donde residimos, saltas como liebre, libre, me quedo en un encierro, eterno, sin resplandor alguno que pueda salvar la mente, la llave? La perdiste, junto con las maletas, ¿Qué queda? Sino un respiro suave, ojos brillantes, deslumbran tus vestidos al caminar, crecen los árboles al pasar; acá abajo mueren las ratas, acá abajo mueren las hormigas, acá abajo mueren las cucarachas, acá abajo muere él, yo.

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