domingo, 3 de mayo de 2009

Hey Little + vida diaria.

En el viaje, todos eran escenciales.
Richard, el "gran hombre" de cierta forma era el único que lograba hacer que todos fuesemos responsables. Sería un hombre gruñón que no se dará cuenta a tiempo que está dejando de lado el amor, pero que de alguna forma pondría a la pequeña en su lugar.
Edwin era primordial para la pequeña. Él sería quien le daría el ánimo, la esperanza y el truco para ganar. Era un hombre orgulloso, jamás podrías hacerlo cambiar de parecer. Pero era un buen hombre, sabía donde iba y donde estaba parado. A pesar de si luego se va de nuestras vidas, jamás se olvidará.
Sheryl era quien controlaba el orden de las cosas. De no ser por ella, el orden jamás se hubiera restaurado después de la primera discusión. Gracias a ello la pequeña podía estar tranquila. Era una mujer decidida, pero en el fondo, triste. Se notaba en su sola mirada que le faltaba algo de amor.
Frank era quien lograba ponerle los pies en la tierra a la pequeña. Sin él, ella hubiera estado demasiado sobre expuesta a Richard. A pesar de todo, era un hombre talvez hasta patético. Yo era el único que lo lograba comprender. Se había intentado suicidar por amor, y gracias a dios no lo logró. Comprendió a tiempo lo que aquello significaba y que no valía la pena suicidarse por "un" amor.
Dentro de este viaje, yo era el menos escencial. De hecho, yo no era escencial. Talvez cuando Edwin murió la pequeña hubiera abrazado a Sheryl cuando lloraba, de todas formas. Yo y mi falta de palabras, o aun si pronunciaba alguna, no hacíamos falta. Todo se podría haber cumplido con o sin mí.

Pero a mi me da lo mismo. Yo te necesito a ti y ya me acostumbré a que talvez no me necesites tú a mi. Y aun si esto no ha sucedido, ni si te he conocido ya, te extraño. El simple hecho de saber que no estás llena de frío el tiempo y los lugares, los colores pierden su sentido y yo, la cabeza.

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