jueves, 21 de mayo de 2009

El Adagio es para los amantes.

Ni muy rápido, ni muy lento,
suave,
en un relajo hiperquinético
que entra en los cuerpos
que entra en las mentes
y que no se va,
no se va.

Dando un descanzo
para un paso acelerado
o quizás entre cortado,
en un beso que se forma eterno
entre blancas
entre silencios.

Y cuando caen
bajo tus hombros las ropas
y cuando se dan
bajo los labios los besos
que entre negras baile
tu corazón con el mío.

Y que termine con un toque
sensible
si tiene que terminar
y que desaparezca
de a poco
en el aire
un baile en adagio
para tí, para mi.

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