A fuerzas logré escribir algo, solamente para convencerme a mí misma de que nada pasa. De que no me enfermo de a poco de que no me carcomen los pensamientos que estoy dejando libremente estacionarse uno a uno en mi mente y en mis sueños y mis pensamientos y mis creaciones y mi día a día. Que no me estoy muriendo por tener algo que ya se fue. Y que no me estoy contagiando con ese veneno que dejó en el camino. Poco a poco logro comprender y poco a poco logro ajustarme a lo que será esta historia vacía en donde yo me pierdo. No existe un momento comprensible porque ya logré formar la armadura venenosa que me pondría esta vez. Y soy yo quien tiene que recitar que no existe tal cosa.
Podré ser sincera y comentarte que estás siendo nadie. En tus palabras no hay algo y ellos no escuchan. Cuando uno no deja una piezca de sí, es como si nunca hubiese existido. Y por qué creo que en este hemisferio existes, pero en el resto del mundo no.
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