Ya se alejó completamente de mi comprensión, y pasó a ser un pensamiento que, ni si quiera encerrado, atormenta hasta el más simple sueño (y yo ya no puedo dormir). Me tiembla el cuerpo. La risa se escapó y se escondió en algún lugar de mi habitación.
Si dejaras de jugar tanto con el destino podría comprender la hora y el lugar, o cargar el ataúd, cualquiera de las dos.
jueves, 16 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario